Typewriter Notes 
La Hora

Buen domingo a todos mis queridos lectores y seguidores de "Typewriter Notes". Al momento me encuentro un poco atrasada en algunas otras novedades pero tan pronto se abra un hueco en mi tiempo personal me dedicaré por completo a las nuevas secciones del blog.

En fin, como comenté hace meses uno de los propósitos del blog es compartir a todos ustedes algunos de mis escritos, agradeciendo que se tomen su tiempo para seguir, visitar y leer el blog. También los invito a dejar un comentario ya que su opinión es muy valiosa para mi.

Por ello, humildemente comparto con ustedes un relato corto que realice como colaboración por Halloween a Pergamino con Tinta, que es una magnífica página literaria que invito a visitar. Me gustaría sobre todo que comentarán acerca del relato, cualquier sugerencia en mi escrito, sobre todo si tengo errores es bienvenida. Muchas gracias por la lectura ❤.

Título: La Hora
Autor: Janina Ibeth Flores (Vejibra Momiji)
Género: Misterio
Palabras:  1027 Palabras
Notas: Inspirada para Halloween, al final quedo un extraño relato.
Disclaimer: The Typewriter Notes © Copyright 2013. Todos los Derechos Reservados © Janina Ibeth Flores (Vejibra Momiji).


{ LA HORA }
Por Janina Ibeth Flores

Tenía una pesadilla bastante peculiar donde corría a través de calles desiertas en medio de la ciudad, gritando afligida que alguien pudiera comunicarse con ella. Entonces, se detenía frente a la vitrina de una tienda de ropa, en donde su reflejo tenía el rostro completamente difuminado.

Despertó aterrorizada con las manos que le sudaban y el corazón palpitando desorbitado en su pecho, miro a su alrededor para encontrarse en una habitación en completa penumbra. No obstante, el silencio que inundaba el lugar fue perturbado por el constante “tic-tac” del reloj que se encontraba colgado en la pared. Era más de media noche, podía leerlo en las manecillas del reloj. 

Suspirando, trato de levantar su brazo izquierdo para encender la luz de la lámpara a su costado pero no pudo. Su cuerpo estaba rígido, paralizado como si una fuerza externa y poderosa se encontrará sobre ella. Trato de mover sus brazos y piernas, forzando a su cerebro a reaccionar. Nada sucedió. 

Angustiada, soltó un gemido que no salió de su boca. Algo malo estaba sucediendo pero no deseaba descubrirlo. Solo quería escapar, terminar con ese instante así que exasperada movió los ojos en dirección del reloj, el “tic-tac” movía las manecillas con cuidado y para su sorpresa el tiempo se movía a una velocidad impredecible porque con cada segundo que pasaba la desesperanza consumía su cuerpo. 

En aquel momento una fuerza extraña la rodeo colocando un peso ajeno sobre ella y que poco a poco la asfixiaba. Intento moverse para escapar pero fue inútil pues la fuerza invisible comenzó a moverse sobre ella como si fuera una serpiente paralizando su corazón. En ese instante, sintió como si respirarán sobre su oído susurrando en un gemido oscuro su nombre. Con terror, volvió a cerrar los ojos convenciendo a su mente de que se trataba de una pesadilla.

Pronto el sueño la venció, acompañando su respiración con un lento “tic-tac” del reloj. En sus sueños volvió a escuchar su nombre pero trato de ignorarlo. Nuevamente se encontró a si misma corriendo por la misma calle desierta, no había nadie ni nada en el lugar, excepto por una figura desconocida que la esperaba al otro lado del camino. 

Volvió a despertar, la habitación seguía oscura y la sensación rígida comenzaba a desaparecer cuando descubrió, para su sorpresa, que estaba recostada en la cama con un espejo a su lado y miraba su reflejo en el. Trato de mover una de sus manos para alcanzar el espejo sin ningún éxito, frente a ella en el espejo podía ver con claridad como dormía con calma en la cama y parecía que nada la perturbaba, excepto por la figura oscura que estaba sentada a su lado y que comenzaba a tocar su cabello.

Respiró angustiosamente, era como presenciar una película en la cuál no podía intervenir. Con horror observó como la figura levantaba su cuerpo tomándola del cuello mientras la ahorcaba. El aire le faltaba y temida miro el reloj, la hora no había cambiado, seguía pausada en el mismo instante en el que había abierto los ojos.

Es una pesadilla, se dijo a si misma sin embargo en su reflejo podía ver como la sombra la estaba asesinando y sin que pudiera hacer nada continuaba recostada en la cama y con dolor soltó varias lágrimas de desesperación. Sin embargo, hubo un instante en el cuál su propio inconsciente logro reaccionar, despertando en el suelo de su habitación.

El sol brillaba con intensidad cubriendo todo el cuerpo. Sonrió para si misma mientras se levantaba a recoger las sábanas y abría la ventana. El viento helado de la madrugada la tranquilizó e hizo que se burlará de sus pesadillas. Suspirando, miró a todas las direcciones y se dispuso a encender la radio pero para su sorpresa no lo logró. Extrañada tomo una toalla, y decidió tomar un baño cálido que la relajará, pero la puerta estaba cerrada. 

Enojada gritó y golpeo la puerta mientras el sol comenzaba a ocultarse, cuando se dio cuenta de ello, era demasiado tarde. Todo había quedado a oscuras de nuevo, excepto por la luz que se filtraba del otro lado de la puerta.

Escucho nuevamente la misma respiración agitada contra su oído, y soltando un grito ahogado, agitando la puerta con angustia. Una figura oscura la jalo una y otra vez de la pierna mientras ella se aferraba a la perilla tratando de salir del lugar. Estaba aterrorizada, el dolor en su pecho comenzaba a asfixiarla y tenía la sensación de que había vivido ese momento con anterioridad. 

Entonces, una voz, cruel y tétrica, la llamó por su nombre. Cerrando los ojos,  no miró atrás, pues aún sentía cientos de manos tocarle con violencia todo el cuerpo, tratando de atraparla y encerrarla con ellos. En su desesperanza, las lágrimas caían de sus mejillas y se arrodillo contra la puerta cerrada suplicando por ayuda. Antes de que las manos oscuras la sujetaran por completo, la puerta se abrió y cayó de espaldas contra la tierra húmeda de un lugar desconocido. 

Cerró la puerta, dejando en la habitación a los monstruos, y comenzó a correr sin mirar atrás, estaba en una calle desierta, ni una sola persona que pudiera ayudarla. Grito, una y otra vez por ayuda, pero nadie la auxilió. Entonces, se detuvo, frente a la vitrina de una tienda de ropa. Ahí vio como una sombra su propio reflejo, y al otro lado sin inmutarse cientos de personas caminando.  Golpeo el cristal, pero nadie parecía observarla.

Al otro lado, una niña se detuvo, observó con curiosidad el cristal de una vitrina. Su madre quién había estado ocupada hablando por teléfono celular, retrocedió unos pasos y la tomo de la mano para que reaccionara.

—¿Qué estás mirando Annie? —le preguntó y la pequeña solo señalo su propio reflejo en el cristal de la tienda de ropa. La madre enarcó una ceja y jalo a la pequeña en dirección contraria en la calle.

Dentro del reflejo, la joven tristemente finalmente pudo comprender. Hace mucho tiempo que estaba atrapada y la realidad era que la gente viva no estaba  en la capacidad de observar a las almas perdidas detrás de sus propios reflejos.