Typewriter Notes
Escucha mi historia [ Tiempo ]

¡Buen sábado a todos! En estos días, me inspire un poco para escribir un relato corto para la iniciativa "Escucha mi Historia" ❤. He decidido que cada viernes, martes o sábado empezaré a subir un par de cuentos, microcuentos o relatos propios, así como también de aquellos relacionados a las iniciativas. Espero lo disfruten :).


○ Título: Tiempo
○ Autor: Janina Ibeth Flores (Vejibra Momiji)
○ Género: Drama
○ Palabras: 288 Palabras (Drabble)
○ Iniciativa: Escucha Mi Historia
○ Notas: Muchas gracias por leer mi drabble/microcuento. Todo comentario y opinión es gratamente bienvenido (sobre todo si existen errores) ~ La historia se encuentra sin betear
○ Disclaimer: © Janina Ibeth Flores

○ Sinopsis 
Es tarde pero aún así espera, como todos los días, sentada junto a las vías del tren. Siempre espera por aquella persona que nunca va a regresar. 


Tiempo
Janina Ibeth Flores

Es tarde, no obstante, espera; como todos los días los últimos 40 años. Es vieja pero aún tiene las manos pintadas de un pulcro color rojo y usa el mismo conjunto de época que le combina. Sabe que el tiempo han transcurrido, y con él se han esfumado sus atributos y encantos. Nada será como antes. Entiende que jamás podría regresar el tiempo.

Aún así, nadie le arrebata esos momentos, perdida en los recuerdos de un triste adiós envuelto con aroma a café. Toda la culpa la tiene el café, que le recuerda a su aroma. Le hace pensar, que si tal vez lo viera, correría a sus brazos y se entregaría como tantas noches lo hizo poco antes de la guerra. Se prometerían el uno al otro y construirían castillos en el aire. Tal vez… sería capaz de rogarle que se detenga, que el país puede pelear su propia guerra y que su deber es quedarse a su lado.

Tal vez…

Pero el tiempo ha pasado, y sabe, aunque se lo niegue, que él nunca volverá. Muerto en la guerra junto a centenares de soldados, su tiempo no era más que un recuerdo en lo profundo de su borrosa memoria. Sabe, pero no desea admitirlo, porque prefiere quedarse en el pasado que confrontar el doloroso presente y como poco a poco la enfermedad se lleva sus más preciados recuerdos se aferra a ellos con desesperanza.

Una mano bondadosa se posa en su hombro, y olvida como todos los días que está buscándole. Le sonríen con ternura y la toman del brazo. No recuerda porque está ahí, pero no deja de observar las vías del viejo tren por un “tal vez” que el tiempo ya le ha arrebatado.



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